Transcurridos más de seis meses desde la vigencia de la Reforma Procesal Laboral (RPL), podemos afirmar que su impacto en el desarrollo de las relaciones laborales ha sido notorio.
La RPL es la modificación de mayor trascendencia que se ha introducido a nuestro Código de Trabajo, desde que éste se promulgó en 1943. Ciertamente, este código ha tenido modificaciones con el transcurrir de los años, pero ninguna como la Reforma mencionada, la cual entró a regir desde el pasado 25 de julio del año en curso.
En la práctica ya tenemos diversos casos de envío de cartas de despido presentadas ante el Ministerio de Trabajo por la negativa del colaborador a recibirla, diversos asuntos relacionados con reclamos por discriminación y sentencias dictadas con las reglas del nuevo proceso laboral; sin omitir lo referente a los múltiples servicios que son requeridos por los trabajadores a la defensa pública gratuita o bien la finalización del primer conflicto colectivo de carácter económico y social tramitado ante el Ministerio mencionado, proceso que, probablemente, se volverá cada vez más frecuente en nuestro país.
A partir de esta realidad, es oportuno cuestionarse: ¿qué acciones han adoptado los empleadores para ajustar su proceder a las nuevas exigencias de la reforma en cuestión?
Sin duda, es fundamental que cada organización determine cuales son las consecuencias que la RPL genera sobre sus prácticas y regulaciones para la gestión de los colaboradores, para que, con el debido respeto de los derechos laborales, su negocio pueda tener un alto nivel de competitividad y eficiencia. Como parte de los pasos a seguir, tenemos:
- Efectúe un diagnóstico o revisión de sus procedimientos y prácticas en materia de relaciones laborales.
- Realice los ajustes que sean necesarios a nivel interno (redacción de contratos laborales, actualización de normas, emisión de políticas claras sobre no discriminación, revisión de pagos al personal o bien manejo de relaciones con proveedores y servicios profesionales, entre otros).
- Capacitación al personal.
A la espera de conocer datos consolidados por parte de las Autoridades administrativas o judiciales, este periodo de poco más de seis meses ha sido suficiente para comprobar que la RPL sí fue un cambio importante que generó nuevas prácticas en materia laboral tanto a lo interno de los centros de trabajo, así como en sede administrativa y en los estrados judiciales a nivel nacional.
Ante esta realidad, todo patrono debe entender que su mejor negocio es procurar un cumplimiento cabal de la legislación laboral, de manera que la toma de decisiones sea precedida de un análisis objetivo y especializado que le permita minimizar riesgos de reclamos y, a la vez, mantener un negocio competitivo.
Ronald Gutiérrez Abarca
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