Organización Internacional del Trabajo (OIT): ¿Cómo afecta la crisis financiera y económica a las normas sobre salud y seguridad en el trabajo?
Sammera Al-Tuwaijiri (SA-T): en primer lugar, debemos recordar que aún antes de la actual crisis, la globalización había dado lugar a cambios importantes en los lugares de trabajo en todo el mundo.
Privatización, reestructuración industrial, nuevas formas de organización del trabajo, fragmentación de grandes empresas estatales y proliferación de pequeñas empresas ?para mencionar sólo algunos de estos cambios? afectaron directamente al empleo, las relaciones laborales y, como consecuencia, las normas sobre seguridad y salud en el trabajo (SST).
En este momento, la crisis financiera es un factor de preocupación para la salud y seguridad de los trabajadores en el mundo. Por una parte, los trabajadores deben enfrentar el temor y la tensión de perder el empleo. Al mismo tiempo, los recortes en la producción, el cambio en la cantidad de horas de trabajo y el aumento de las exigencias para poder seguir a flote también pueden tener un impacto negativo.
En algunos casos, es probable que se verifique una reducción de los recursos destinados a la seguridad y salud. También es posible que los organismos de ejecución, las inspectorías de trabajo y los servicios de seguridad y salud en el trabajo tengan que funcionar con recursos limitados.
El resultado podría ser un brusco aumento de los accidentes, lesiones y muertes en el trabajo y tensiones relacionadas con el trabajo.
OIT: ¿Todos los trabajadores enfrentan los mismos riesgos?
SA-T: ningún lugar de trabajo es inmune o está libre de enfermedades o accidentes profesionales. Pero algunos están más expuestos al riesgo que otros. Las microempresas en el sector informal ?donde la supervivencia económica es la principal prioridad? tienden a carecer de recursos y capacidad para la gestión de SST.
Si antes de la crisis no tomaban en consideración los temas SST, es poco probable que comiencen a hacerlo ahora. Si un mayor número de trabajadores está empleado en trabajo precario o en la economía informal, es lógico pensar que será mayor la exposición a los peligros y riesgos en el trabajo.
Los migrantes pueden estar más afectados que los trabajadores locales debido a que con frecuencia se encuentran en situaciones más precarias. Vale la pena señalar que el impacto potencial sobre la salud de los trabajadores va más allá de quienes pierden el trabajo o de los trabajadores que permanecen en las empresas. Afecta también a las familias de los trabajadores y a las comunidades donde se llevan a cabo estos cambios.
OIT: ¿Qué piensa del argumento que sostiene que para una empresa y sus trabajadores es mejor concentrarse en su propia sobrevivencia, aún cuando esto implique algunas reducciones en los gastos SST?
SA-T: este tipo de enfoque seguramente tendrá efectos contraproducentes en el futuro. Si bien es cierto que en este momento los países deben concentrarse en la restauración de la productividad sostenible y la equidad, es necesario hacerlo con el total respeto de las normas del trabajo, lo que incluye aquellas relacionadas con la seguridad y la salud en el lugar de trabajo.
Solo así será posible garantizar que las personas lleven vidas productivas, tanto desde el punto de vista social como económico. La viabilidad a largo plazo de las empresas depende cada vez más de su productividad, pero también del cumplimiento de los requisitos legales y las expectativas sociales que acompañan su papel de ciudadanos de la comunidad local e internacional. Esto es especialmente evidente en el contexto de la actual crisis financiera.
OIT: ¿Cuál es el mensaje de la OIT relacionado con SST en este período de dificultad económica?
SA-T: todas las personas tienen derecho a un ambiente de trabajo seguro y saludable. Así lo señala el Programa de Trabajo Decente y en la OIT estamos convencidos de ello. Esto es especialmente cierto en tiempos de crisis.
La protección social debería ser preservada para los millones de personas que perdieron o perderán sus trabajos. Debe ser mantenida para quienes trabajan turnos u horas extras para compensar la disminución de la mano de obra y el aumento de la carga de trabajo.
La crisis no debe ser una excusa para reducir las condiciones decentes de trabajo, sino una oportunidad para promoverlas.
Con información de la OIT
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