Por lo general, cuando inicia un proceso de selección están determinadas previamente todas las características del cargo a ocupar:
-Funciones
-Niveles de reporte y dependencia
-Tipo de contrato
-Salario
-Prestaciones legales o incluso extralegales e incentivos adicionales que maneje la compañía.
Con base en esta información, las empresas empiezan la búsqueda de candidatos y convocan a los aspirantes que están interesados en las condiciones mencionadas. Sin embargo, en algunas situaciones, hay cabida para negociar.
Los especialistas entrevistados aseguran que en materia de remuneración, lo que suele acordarse no es tanto el salario sino elementos adicionales como planes compensatorios, beneficios extralegales y bonos a largo plazo, entre otros. No obstante, depende de la flexibilidad que tenga la empresa y el interés en la persona a contratar.
Más allá del dinero
Desde hace algún tiempo se habla de salario emocional, un concepto que comprende los elementos adicionales que una empresa puede ofrecerle a usted para mejorar su calidad de vida:
- Buen clima y cultura organizacionales
- Reconocimiento profesional
- Flexibilidad laboral
Este factor puede pesar tanto como el dinero y hay que evaluar la oferta en su conjunto para tener mayor probabilidad de tomar la mejor decisión, recomienda Óscar Julián Mojica, presidente de SHR Consulting, empresa colombiana especializada en consultoría de recursos humanos.
Redacción elempleo
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