Incumplir normas causa despidos

 

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lunes, 11 de diciembre de 2017 8 a. m.

Siga los procedimientos establecidos por la empresa para evitar sanciones laborales.

Tendencias laborales / 24 de agosto de 2012

Es común que las empresas tengan gran cantidad de procedimientos que regulan la forma en que se deben ejecutar las labores para garantizar los resultados deseados y, en general, cómo se deben hacer las actividades, cómo se debe actuar ante determinadas circunstancias y qué hacer ante una situación en particular. Dicha cantidad de procedimientos hace que su incumplimiento sea una de las faltas que más sancionan las empresas, de hecho, muchos de los despidos se justifican en este tipo de faltas.

Las sanciones se basan en las obligaciones contenidas en los incisos a) y b) del artículo 71 del Código de Trabajo. Esos incisos establecen la obligación de todos los trabajadores de desempeñar las labores en la forma en que el patrono lo indica, y de hacerlo con el cuidado y esmero apropiados, así como, en la forma convenida. Además, el artículo 81 inciso h) hace referencia a la reiteración del incumplimiento de procedimientos fijados por el patrono.

En principio, incumplir un procedimiento es una falta leve y, como tal, no debería por sí solo justificar el despido de un empleado sin responsabilidad patronal.

¿Cuándo aplica el despido? Para que incumplir un procedimiento sea causal de despido se requiere que el trabajador haya incurrido con anterioridad en esta falta y el patrono le haya, primero, amonestado y posteriormente, apercibido que procederá con el despido si vuelve a incurrir en ella. Adicionalmente, se requiere que, pese a dicha advertencia, el trabajador incurra nuevamente en un incumplimiento. No obstante lo anterior, un único incumplimiento de procedimientos podría constituir causal de despido, siempre que el patrono pueda probar que la falta ocasionó un daño muy grave a la empresa, lo suficientemente grave como para justificar el despido; o bien, que ese único incumplimiento constituye una pérdida objetiva de confianza.

En este último punto, se debe recalcar que no basta con alegar esos efectos graves: es obligación de la empresa contar con prueba fehacientes para demostrar el daño, bajo la pena de ser condenada en la vía judicial si no aporta pruebas.

Documentos en mano. Entes procesos disciplinarios por incumplimiento de órdenes, uno de los errores más comunes es que los patronos no cuentan con la documentación necesaria para acreditar que el trabajador conocía la directriz que se alega incumplió.

Sobre este punto, para fijar las sanciones, el patrono debe probar que comunicó al trabajador cual era su expectativa y, más aún, presentar pruebas que demuestren dicha comunicación. Cuando se ejerce el poder disciplinario, la empresa debe realizar un análisis del caso concreto para determinar la gravedad de la falta y la Sanción que, según el principio de proporcionalidad, corresponde imponer al caso en concreto. Además, La empresa debe realizar una adecuada comunicación de los procedimientos y un análisis de los casos concretos en que exista incumplimiento, junto con la determinación de los daños que dicho incumplimiento ocasionó.

De esa forma, la empresa podrá tomar la mejor decisión y evitar ejercer una sanción que no es acorde con la falta cometida por el trabajador, con las consecuencias que ello podría implicar. Bajo este escenario, es importante que las empresas revisen la forma en que comunican y documentan las directrices que dan a sus trabajadores y cómo analizan y sancionan estos incumplimientos, en su organización..

Sanyen Sandoval Montoya ssandoval@bdsasesores.com

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