Una conferencia sobre trabajo, estrés y salud mostró datos sobre los sitios de trabajo, la familia y la influencia de los jefes (para bien o para mal) sobre la salud de los empleados.
"Los resultados de la encuesta varían, pero se puede hallar un gran número de individuos que reportan que el trabajo es la mayor fuente de estrés en sus vidas", lamentó Michael Ford, profesor asistente de Psicología en la Universidad de Albany y la Universidad Estatal de Nueva York.
"Al mismo tiempo, todos tenemos una vida fuera del trabajo, debemos seguir comprendiendo cómo esto afecta al bienestar psicológico y físico de la población", dijo Ford, en el reporte del sitio web de noticias del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral de Estados Unidos.
Además, los investigadores hallaron más niveles de síntomas de depresión y de problemas de salud. "La enfermedad cardiovascular tiene un vínculo claro con la presión laboral", dijo Leslie Hammer, profesora de Psicología de la Universidad Estatal de Portland.
En ese escenario, conductas positivas de salud están descartadas. "Cuando un colaborador está estresado (...) hay más conductas negativas, como malas elecciones alimentarías, niveles más bajos de ejercicio y una peor higiene del sueño", advirtió Hammer.
De igual, forma el estrés laboral también afecta las relaciones dentro y fuera de la oficina. "Cuando se experimenta un estrés o una presión negativa, un estrés en la vida laboral, uno termina pasándoselo a la pareja o a los hijos, y resulta en un estrés y una presión similares en esos miembros de la familia?, agregó.
Efecto en casa
En el estudio, Ford halló que quienes se desenvuelven en ambientes laborales comprensivos tienden, a su vez, a ser esposos más comprensivos. Incluso, estudios alertan que cuando los padres están más estresados, los hijos también. Sin duda, los jefes son una fuente de respaldo en el trabajo o de estrés para sus colaboradores.
"Enseñar a los supervisores que, simplemente, escuchar a los empleados, prestarles atención y mostrar que les importa es increíblemente útil", sostuvo Hammer.
Además, todo comienza con el ejemplo: los jefes pueden contribuir a una atmósfera más saludable al demostrar su propio equilibrio entre el trabajo y la vida.
Claro queda que niveles más altos de estrés "se relacionan con unos niveles más altos de ausentismo y de problemas y quejas de salud", advirtió Hammer.
Marcela Cantero
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