Trabajadores están obligados a guardar confidencialidad

 

El Empleo Noticias
lunes, 11 de diciembre de 2017 8 a. m.

Empresas deben diseñar esquemas seguros para proteger sus secretos más importantes.

Otras noticias / 7 de abril de 2010

La información que se maneja a lo interno de las organizaciones como parte de sus procesos, constituye uno de sus bienes intangibles más valiosos.

De allí la importancia de conocer los mecanismos legales con los que cuentan las empresas para su debido resguardo. Para ello, se consideran las obligaciones específicas impuestas empleados, los cuales deben cumplirse en forma estricta, dada la delicadeza de la información a la que estos tienen acceso.

La información debe ser confidencial en su sentido restrictivo y seguro para las empresas, es todo secreto comercial e industrial contenido en datos, documentos, conversaciones e información diversa que el trabajador directa o indirectamente conoce.

El Código de Trabajo establece la obligación del empleado de guardar rigurosamente la confidencialidad sobre secretos técnicos, comerciales o de fabricación así como de asuntos dministrativos reservados, cuya divulgación le pueda causar daños a su patrono.

Según la Sala Segunda de la Corte Suprema de justicia, el deber de secreto sobre informaciones confidenciales deriva del acto de fidelidad del trabajador a la empresa.

Ello se basa en el principio de buena fe que debe primar en las relaciones laborales, y su falta de cumplimiento es tan grave, que consiste en una de las causas que motiva a la terminación del contrato laboral sin responsabilidad patronal.

Por otro lado, a raíz de la promulgación de la Ley de información no divulgada y su actual reglamento, el deber de confidencialidad del trabajador sobre la información adquirida durante una relación laboral, también se extiende hasta luego de finalizar el contrato por cualquier motivo y de forma indefinida.

Apesar de la creencia de muchos, no implica una remuneración o carga adicional para la empresa al momento de salida del trabajador.

Es decir, el deber de resguardo de la información confidencial por parte de los trabajadores resulta un asunto de tal delicadeza que aún y cuando existen normas, criterios judiciales y administrativos que apoyan y fundamentan una eventual sanción por incumplimiento, es de suma importancia que las empresas diseñen un esquema seguro y efectivo para la protección de sus secretos.

Así, se evita la divulgación de aquellos datos privados que puede conllevar perjuicios inestimables para las empresas.

Adriana Valverde Camacho
noticias@elempleo.com

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