A pesar que Costa Rica aspira a ser una economía de servicios, en el mercado laboral todavía mandan los cargos no calificados, y se fortalecen en los últimos años.
Peones agrícolas y de la construcción, vendedores, conserjes, mensajeros y ayudantes representan el grupo ocupacional más grande en el país (27 por ciento), según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec) recopilados en la encuesta de hogares.
Asimismo, es el grupo que más aporta al crecimiento en la población ocupada desde el 2002 (26 por ciento) y también del 2006 al 2007 (24,8 por ciento).
Esto a pesar de que en comparación con las otras categorías, no es la que tiene el mayor pasó.
Sin embargo, Luis Rosero, del Centro Centroamericano de Estudios de Población de la UCR, comentó que en este tipo de cifras lo importante son los grupos que representan más porcentualmente, del total y de las nuevas incorporaciones.
?Un gran crecimiento puede estar asociado a un grupo pequeño, pero al final no es significativo?, explicó.
En ese sentido, el grupo que más creció desde el 2002 fue el compuesto por cargos directivos (jefes, directivos y dirigentes), que aumentaron casi un 80 por ciento.
Además, en el último año también fueron los que lograron el mejor crecimiento, con un 31 por ciento.
Sin embargo, solo representan cerca de un 3 por ciento de todo el mercado laboral, y su aporte en las plazas nuevas no está entre los mejores: apenas un 8 por ciento desde el 2002 y un 16 por ciento el año pasado.
El predominio de la fuerza no calificada remite también a una economía en la que reina la informalidad.
La competencia para los puestos no calificados surge del ámbito administrativo, en el que se agrupan secretarios, recepcionistas, empleados de contabilidad y finanzas, telefonistas y encargados de la información al público, entre otros.
Estos representan el segundo lugar en su propio crecimiento desde el 2002. Son también el segundo lugar en cuanto a los puestos nuevos creados desde el 2002 (14 por ciento) y con respecto al año pasado (24,6 por ciento).
Las planillas en el sector de servicios directos a personas aparecen entre los menos favorecidos.
En este rubro se incluyen los vigilantes, vendedores de tiendas y comidas rápidas y modelos.
Hay un crecimiento neto desde el 2002, pero es uno de los menores entre estas categorías. Solo tienen un ritmo menor los puestos del sector agrícola y los que no están bien especificados.
Sin embargo, en el último año fueron más allá: representaron la peor caída, al perder 3.699 plazas.
El sector agrícola mantiene una tendencia de años recientes, al aparecer en los últimos lugares en cuanto a su desarrollo.
No obstante, el último año mostró señales de cierta recuperación: aportó 9 por ciento de los nuevos puestos, en contraste con otros grupos con retrocesos.
Llama la atención el desempeño de categorías como los técnicos y los profesionales, que aparecen en la mitad de la tabla en su desempeño, y aportaron moderadamente a la creación de puestos laborales.
Los técnicos lo hicieron en un 14 por ciento desde el 2002 y un 17 por ciento el último año; los profesionales aportaron un 11 por ciento y luego cayeron 263 plazas en la última medición.
Esto contrasta con las exigencias del mercado laboral, según las encuestas de expectativa de empleo realizadas por Manpower, en las cuales los cargos técnicos tienen más demanda, seguidos de los profesionales.
Al respecto, Eric Quesada, gerente regional de Manpower para Centroamérica, declaró que se ha detectado una necesidad en las empresas que buscan estos puestos, pero no encuentran en el mercado lo que requieren.
?Hay contadores, pero no hay suficientes contadores bilingües?, explicó Quesada, a manera de ejemplo.
Ello sugeriría que hay un potencial que no se aprovecha, y que en caso de ser atendido, permitiría un crecimiento de la población laboral superior al 20 por ciento registrado desde el 2002, y al 5 por ciento del último año.
Sin embargo, se requiere de acciones a largo plazo, como capacitación de mano de obra en un segundo idioma y el manejo de la informática.
El Gobierno ya apuesta por esta dirección, pero los resultados de la evolución de las categorías sugiere que todavía hay bastante trecho por recorrer.
Hasta que no se supere, las ocupaciones no calificadas mantendrán su predominio en el ámbito laboral costarricense.
Mario Bermúdez Vives
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