Uno de los riesgos laborales más nocivos y que no se suele contemplar ni prever en los centros de trabajo es la silicosis. En Costa Rica, existe gran cantidad de personas trabajadoras que se encuentran expuestas a la sílice cristalina respirable sin ningún tipo de protección. Por ello, es sumamente necesario proteger la salud de los trabajadores que realizan sus labores en áreas de exposición directa a este polvo.
Esta enfermedad actualmente afecta a millones de trabajadores en todo el mundo y es considerada una de las enfermedades ocupacionales más antiguas que se conocen, siendo que desde el siglo XVI se tienen reportes de trabajadores mineros víctimas de silicosis.
¿En qué consiste?
Básicamente la silicosis se debe a la exposición a un ambiente con la presencia de polvo con un elevado contenido de sílice. Como consecuencia, se produce una fibrosis nodular pulmonar, es decir, se trata de una condición en donde el tejido profundo de los pulmones se va cicatrizando.
Al darse esta cicatrización, el tejido del pulmón se vuelve grueso y duro, dificultando la respiración y la debida oxigenación de la sangre. En cuanto al nivel de gravedad del daño provocado, este depende de múltiples factores, como el tamaño de las partículas inhaladas, el tipo de sílice inhalada y la dosis acumulada durante los periodos de exposición.
Con el pasar del tiempo, las partículas se acumulan en los pulmones y eventualmente dificultan cada vez más la respiración de la persona afectada. Dependiendo de la cantidad de sílice que se inhale, los efectos en la salud de los trabajadores podrían tomar años en manifestarse.
Por sus consecuencias, la silicosis tiene altos índices de mortalidad, pues es irreversible e incurable, convirtiéndose así en una de las enfermedades ocupacionales más conocidas del ámbito laboral.
Las actividades más susceptibles a exposición de sílice respirable son: minería, excavación, metalurgia, la industria de productos químicos, vidrios, cerámicas, pinturas, construcción, fabricación de tuberías o termoaislantes y en general cuando se perfora o corta piedra.
Obligaciones patronales. Para evitar la exposición de sílice respirable, los empleadores deben cumplir con ciertas medidas de seguridad, higiene y prevención para proteger la salud de sus trabajadores. En primer lugar, deben identificarse los materiales que contienen sílice cristalina, para poder así identificar zonas de peligro. Posteriormente,
debe realizarse una evaluación de exposición, con el fin de determinar los niveles de concentración a los que se exponen los trabajadores.
Además, debe prevenirse la propagación, aplicando medidas de protección. Una de ellas consiste en el aislamiento de cabinas de vehículos y puestos de mando de máquinas, así como la separación del personal del foco de producción del polvo, mediante la utilización de mandos a distancia.
También debe exigirse el uso de respiradores, proveer el equipo de protección respiratorio necesario, colocar rótulos de advertencia en las actividades donde exista exposición ocupacional directa y utilizar agua para minimizar el polvo en el aire.
Por su parte, los trabajadores expuestos directamente deben salir del centro de trabajo con ropa diferente a la utilizada durante la jornada laboral, lavarse debidamente y someterse a exámenes médicos de forma periódica.
Recuerde, como patrono debe capacitar a su personal en temas de salud ocupacional, con el fin de evitar sanciones y evitar riesgos a la salud y la seguridad de los trabajadores que realizan labores en condiciones de exposición a la silicosis.
Lic. Oscar González Sepe
ogonzalez@bdsasesores.com
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