La semana anterior se analizó en este espacio la necesidad de establecer dentro de las empresas, niveles regulatorios internos que determinen el correcto manejo de los datos de trabajadores que estén en posesión de la empresa.
Sobre este mismo tema, es conveniente analizar ahora la situación de la información que las compañías solicitan o reciben durante los procedimientos de selección y reclutamiento de personal.
Expectativa de derecho
En primer lugar, debemos indicar que estos procesos se desarrollan durante una etapa de especial naturaleza dentro del Derecho Laboral, toda vez que ocurren cuando no se ha configurado aún la relación de trabajo (e incluso aún cuando puede que ésta nunca se materialice).
Sin embargo, desde el momento en que una persona se postula como aspirante a un puesto dentro de una empresa, nace para aquella una expectativa de derecho a una eventual relación de laboral.
Ahora bien, atendiendo a la existencia de dicha expectativa, es que nuestras autoridades han determinado que aún cuando no se desarrolle en la práctica una relación laboral propiamente dicha, la empresa que establezca el proceso de selección debe velar porque la información recabada durante el mismo se utilice adecuadamente.
Es decir, que se emplee de conformidad con las exigencias de respeto a la privacidad e intimidad de los postulantes, y en apego a lo dispuesto por nuestra Constitución Política, Código de Trabajo y las regulaciones Administrativas correspondientes.
Habeas data
En este sentido, ante un inadecuado uso de los datos obtenidos durante los procesos de contratación, quienes se consideren afectados (al igual que los empleados regulares) podrían acudir a la Sala Constitucional.
En dicha instancia el ofendido podría interponer un recurso de Habeas Data, exigiendo la protección de la información que considere como trasgredida.
Osvaldo Madriz Ramírez
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