Cada vez es más frecuente observar empresas interesadas en establecer programas de voluntariado que involucran tanto a trabajadores como a terceros. Si bien se trata de un objetivo encomiable, no están de más los consejos para evitar riesgos derivados del programa.
1. Participación de terceros: cuando participan terceros de las actividades de voluntariado organizadas por la empresa, se deben tomar medidas básicas para evitar que estos servicios se confundan con un contrato de trabajo.
Diferenciar las labores que ellos realizan de las que prestan los trabajadores, así como regular el uso de la marca en manos de los voluntarios ajenos a la empresa, lo anterior porque podrían relacionarse las prendas o distintivos con el uniforme de los trabajadores y, bajo ciertas condiciones, el voluntariado podría ser visto como un contrato de trabajo.
Ante este riesgo, se aconseja auspiciar el voluntariado en conjunto con algún colectivo, por ejemplo asociación solidarista, instituciones educativas o asociaciones de desarrollo, entre otros. De igual forma, se deben evitar pagos y/o emitir órdenes a los voluntarios ajenos a la empresa. Además, se debe delimitar la edad de los participantes y contar con una póliza de responsabilidad civil.
2. El voluntariado con participación de los trabajadores: cuando el trabajo voluntario lo realizan colaboradores de la compañía, se deben separar dos esquemas.
-El voluntario en tiempo laboral dedicará parte de su jornada semanal a las labores propias de los programas de responsabilidad social, organizados por la empresa.
Como tal, dicho tiempo está siendo remunerado y forma parte de las labores que desempeña el trabajador. Acá se deben tomar en cuenta los límites de la jornada y establecer controles sobre el tiempo, a fin de evitar ?horas extra? que la empresa no tenía contemplado pagar.
Respecto a la cobertura de eventuales accidentes, usualmente, estarían cubiertos por la póliza de riesgos del trabajo, siempre que el voluntariado sean parte de las labores ordinarias del trabajador. En este tipo de voluntariado, no existe problema en ligar la participación de los trabajadores con el disfrute de beneficios laborales como bonos, ascensos, aumentos o evaluaciones del desempeño.
-El voluntariado en tiempo no laboral debe tener los controles necesarios para demostrar que la participación del colaborador fue completamente voluntaria y gratuita. En caso de no lograrlo, el tiempo dedicado a estos programas se podría entender como jornada extraordinaria que debe pagarse.
En este punto, se debe evitar la participación obligatoria a reuniones previas al voluntariado, así como, la toma de medidas disciplinarias por la ausencia del trabajador en las actividades programadas.
De igual manera, no debe relacionarse este tipo voluntariado con beneficios o evaluaciones de desempeño, dado que dichas circunstancias le restarían libertad al trabajador para decidir si participa o no de dichas actividades.
3. Voluntariado mixto: por último, si la empresa involucra tanto a trabajadores como terceros, se recomienda atender las recomendaciones anteriores para cada uno de los grupos, procurando no mezclar las labores que los trabajadores hacen como parte de su jornada de trabajo, con las que realizan terceros cuyo trabajo no está siendo remunerado por la empresa.
Alejandro Torres
Comentarios