Las empresas exitosas trabajan con objetivos clarosyalcanzables. Lasmetassonel motor, son el norte, la inspiración y el reto que mueve a los integrantes de la misma hacia un compromiso común para lograrlas.
La planificación es una herramienta valiosa que permite hacer buen uso de todos los recursos para alcanzar las metas y lograr, de forma asertiva, los resultados propuestos.
No se puede planificar si no existe un objetivo claro y específico. Cada año tiene sus propios desafíos y en la medida en que las metas (comunes e individuales) estén definidas, se tengan los recursos necesarios y se sepan administrar, las posibilidades de lograrlas se incrementan.
Es importante que las organizaciones cierren el año comunicando las metas y objetivos logrados y agradeciendo a su público interno porque él fue parte del éxito.
Se debe retroalimentar a los colaboradores para poder destacar lo que ha funcionado y lo que debe cambiarse o mejorarse.
De igual forma comunicar a sus grupos de interés sobre sus buenas prácticas de responsabilidad social empresarial, esto generará confianza y fidelidad con la empresa, en especial en estos tiempos en que las circunstancias demandan mayor compromiso empresarial en las áreas económica, social y medioambiental.
Cinco puntos a valorar
1. Plantearse objetivos tanto empleados como jefes
Las empresas tienen metas y objetivos comunes que los alcanzan con su recurso más valioso: el humano.
Es a partir de su público interno que logran su misión y visión. Todos los colaboradores de una compañía tienen un rol protagónico a partir de las tareas que se les encomiendan, por tanto también ellos deben tener planteados con claridad y responsabilidad sus objetivos individuales, y estos se sumarán a las metas comunes y a una buena planificación que les permitirá alcanzarlos con eficiencia y calidad.
2. Evitar problemas cometidos en 2009
Parte de una buena planificación es el seguimiento y la retroalimentación. Es necesario revisar la información con resultados y presentarla al equipo de trabajo.
Además de tener como parte de los objetivos para el año venidero: replicar aquello que sumó a las fortalezas del equipo y tomar medidas y acciones que eviten cometer los mismos errores.
3. Trabajar con metas a corto plazo
Las metas cortoplacistas son parte de las metas de largo plazo, lo extraordinario es la suma de lo ordinario bien hecho en el día a día.
Lo que se alcanzó con éxito a corto plazo le dará la confianza y motivación para seguir hacia los objetivos a mediano y largo plazo. En este punto se vuelve indispensable un seguimiento de forma periódica a las tareas encomendadas.
4. Organizar bien el tiempo
Este punto es parte esencial de la planificación, es indispensable en estos momentos en que hay múltiples actividades y tareas por hacer.
El estrés viene en gran parte como consecuencia de objetivos que no se concluyeron, que se dejaron a medias o se postergaron por falta de tiempo.
Por eso es tan importante trabajar en base a metas y objetivos, enfocándose en ellos y haciendo una buena planificación, de tal forma que puedan culminarse con éxito. El tiempo es un recurso valioso.
Sin una buena organización del mismo nada se puede lograr, excepto frustración y desánimo.
5. Establecer buenas relaciones
Una meta que debiera estar vigente cada año es lograr establecer y fortalecer buenas relaciones que permitan hacer redes de apoyo. Estas son necesarias para alcanzar objetivos con menor esfuerzo y más eficiencia.
Redacción elempleo.com
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