El comportamiento irregular de la producción agropecuaria en los últimos ocho años frenó la inversión y la creación de fuentes de trabajo en el sector.
Los vaivenes fueron desde el 8,2 por ciento anual en 1998 hasta el decrecimiento del 3,3 en el 2002. Como consecuencia de ello hubo una caída de la participación del agro en la generación del empleo total en el país.
En 1998 este sector daba empleo a casi 262.000 personas, lo cual representaba el 20,1 por ciento de la población ocupada.
El porcentaje bajó a un 14,7 por ciento en el 2005 (261.000 empleos pues hubo crecimiento de la población ocupada), según datos de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (SEPSA), del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Algunos analistas advirtieron que, además de los altibajos en la producción, esa cifra de empleo puede ser reflejo de una producción más eficiente y automatizada, con menos trabajadores.
Medición difícil
La caída en la inversión en las plantaciones agropecuarias es difícil de medir, pero queda muy clara en dos rubros que están entre los principales.
Uno de ellos es el de café, que apenas en noviembre del 2005 comenzó a salir de una crisis de bajos precios de más de cinco años.
Los productores optan por dejar de atender las plantaciones ante la reducción de los ingresos y pequeñas fincas con cuatro empleados deciden dejar solo dos de ellos.
La crisis se vio también en una caída de 10.788 hectáreas en el área de siembra de café en el país entre el 2001 y el 2004.
El otro rubro es el de banano. Enfrentó problemas externos como la sobreoferta en los mercados y la indefinición del sistema de comercio en la Unión Europea (UE).
También se ha visto afectado por los problemas climáticos, como los temporales de enero del 2005. El área de siembra de esta fruta cayó de 46.968 hectáreas en 1998 a 42.255 hectáreas en el 2004, según las cifras de la Corporación Bananera Nacional (Corbana).
En 1998 la producción bananera empleaba a 31.469 personas y en el 2004 se registraron 28.311 puestos. Las fincas cerraron por dificultades en el flujo de caja, que impidieron una adecuada atención.
Diversificación
Pese a los problemas, el agro logró generalmente crecer entre 1998 y el año pasado o recuperarse del decrecimiento del 2002 gracias a la diversificación.
SEPSA recordó cómo los problemas del banano, por ejemplo, se equilibran con el gran dinamismo de la piña, cuya siembra pasó de 9.000 hectáreas en 1998 a unas 26.000 hectáreas el año pasado.
En el rubro de las hortalizas y verduras, un estancamiento en la papa y cebolla es compensado, por ejemplo, con el gran dinamismo del chayote para la exportación.
La diversificación agrícola fue impulsada con la estrategia de exportaciones que desarrolló el país desde la década de 1980. Hoy se procura pasar a la industrialización.
Los aportes
En 1998 el producto interno bruto agropecuario tuvo un crecimiento anual del 8,2 por ciento. Pero esta cifra bajó casi a la mitad (4,5 por ciento) el año siguiente. En el 2002 se presentó el punto más bajo con un decrecimiento del 3,3 por ciento.
Se estima que fue consecuencia del impacto de los atentados del 11 de setiembre del 2001 en la demanda los mercados, especialmente en Estados Unidos. En el 2005 subió un 4,1 por ciento.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en 1998 había 262.000 empleados en el sector agropecuario.
El punto más bajo en los últimos ocho años fueron los 242.000 puestos del 2001. El año pasado fueron 261.000.
Las exportaciones agrícolas superan a las importaciones en unos $1.500 millones
Marvin Barquero
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