El Día Internacional de la Mujer, fue institucionalizado por las Naciones Unidas en 1975 y a partir de esa fecha, cada 8 de marzo el mundo conmemora de forma especial, el fruto de importantes logros, no solo para la mujer, sino para la sociedad en general; sobre todo lo relacionado con la opresión que el patriarcado ejercía sobre las mujeres en ese tiempo, imposibilitando su derecho al voto y desarrollo digno en diferentes esferas, como la política, laboral y familiar.
Sin embargo, esa fue una de las primeras luchas que se dieron, aún siguen otras más; enfocadas en el logro, de la eliminación del acoso, también poder disfrutar de mayores oportunidades y condiciones de equidad laboral, por ejemplo, en profesiones que antes se consideraban prioritariamente para los hombres, como es el caso de las carreas en ingeniería.
Son muchas las nuevas batallas que las mujeres tenemos hoy en día; y es en cada una de ellas que definitivamente podemos transformar el mundo, junto con las realidades sociales desventajosas, el irrespeto y la subestimación que muchas mujeres continúan experimentado en diversos ámbitos. Es confiando en nuestra valentía e inteligencia que se pueden generar estas importantes transformaciones; es también en la unión de unas con otras, en los actos de sororidad que auténticamente podemos marcar la diferencia.
Es respetándonos y valorándonos, que transformamos el mundo. También, es en el trato propio, que propiciamos una pauta del trato de los demás hacia nosotras mismas.
Transformamos el mundo, cuándo confiamos en nuestras capacidades; en las destrezas y habilidades que tenemos para desempeñarnos en diferentes esferas; cuando enfatizamos y visibilizamos la importancia del trabajo que realizamos, ya sea en empresas, o en escuelas, en centros artísticos, en las iglesias y en el hogar. Son muchos contextos donde las mujeres transformamos el mundo, día con día, labor con labor; poniendo ahínco, amor y entrega.
Cuando cada una de esas labores las hacemos con especial dedicación, y desplegando todas nuestras virtudes y pasión. Transformamos el mundo también, cuando mostramos a las nuevas generaciones la importancia del valor y de la dignidad de mujer; cuando enseñamos a las personas más jóvenes el respeto de unos por otros. Cuando enfatizamos en el concepto de una sociedad sana, como aquella que se construye con el aporte de todos y de todas; y que es en esa construcción que podemos heredar un mundo mejor, más justo, respetuoso, inclusivo y equitativo.
El Día Internacional de la Mujer, nos recuerda e invita a todas las mujeres y a la humanidad en general, a transformar el mundo; a no darnos por vencidas, sino creer que definitivamente podemos continuar avanzando hacia un camino de verdadero y auténtico desarrollo social.
Artículo por Verónica Gutiérrez, Bienestar y desarrollo Consultora BDS Asesores
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