Informe de la OIT revela alcance del trabajo forzoso

 

El Empleo Noticias
lunes, 11 de diciembre de 2017 8 a. m.

En el mundo hay al menos 12,3 millones de personas víctimas.

Noticias laborales / 13 de mayo de 2005

Así lo informó la Oficina Internacional del Trabajo. Según Juan Somavia, director General de la OIT, "este es un mal social que no tiene cabida en el mundo moderno".

El comunicado titulado "Una alianza global contra el trabajo forzoso" precisa que cerca de 10 millones de individuos son explotados por esta práctica en la economía privada y no directamente por los estados. Además dice que alrededor de 2,4 millones son víctimas del tráfico de seres humanos.

Este informe entrega, por primera vez, un cálculo mundial de las ganancias generadas por la explotación de mujeres, hombres y niños, que ascienden a 32.000 millones de dólares.

"El trabajo forzoso representa otra cara de la globalización, una que le niega a las personas sus derechos fundamentales y su dignidad?, comentó Somavia.

Este es el análisis será objeto de debates durante la próxima Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización en junio, al ser el más completo realizado por una organización intergubernamental sobre el tema.

Según el estudio, el trabajo forzoso es un problema global importante y está presente en todas los países y tipos de economía.

Al nivel regional, las cifras de personas explotadas se resumen así:

? Asia: 9,5 millones

? América Latina y el Caribe: 1,3 millones

? África al Sur del Sahara: 660.000

? Medio Oriente y África del Norte: 260.000

? Países industrializados: 360.000

? Países en transición: 210.000

La utilización forzosa de individuos (en sectores como agricultura, construcción, fabricación de ladrillos y talleres manufactureros informales) afecta en proporción más o menos similar a mujeres y hombres.

Sin embargo la explotación sexual con propósitos comerciales tiene como víctimas principales a mujeres y niñas. Los menores de 18 años están entre los más afectados, pues representan entre 40 y 50 por ciento de todas las víctimas de trabajo forzoso.

Cerca de la quinta parte de los afectados son víctimas del tráfico, pero el porcentaje varía en las diferentes regiones del mundo. En Asia, América Latina y África al Sur del Sahara la proporción es de menos de 20 por ciento, mientras que en los países industrializados y en transición, así como en Medio Oriente y África del Norte, la cifra asciende a más de 75 por ciento.

La mayor parte del trabajo forzoso que existe en la actualidad ha sido detectado en países en desarrollo.

La servidumbre por deudas con frecuencia afecta a grupos minoritarios que sufren de discriminación en el mercado laboral, incluyendo a los grupos indígenas.

En general, quedan atrapados en un círculo vicioso de pobreza del cual les resulta cada vez más difícil escapar. Muchas de las víctimas trabajan en zonas remotas, donde la inspección laboral constituye un desafío.

El documento entrega información sobre nuevas formas de labores obligadas que afectan a los trabajadores migrantes, en particular a los ilegales, tanto en los países ricos como en los pobres.

También examina las condiciones bajo las cuales suele presentarse el trabajo forzoso, como cuando hay controles poco efectivos sobre las agencias de reclutamiento o los sistemas de subcontratación, o cuando las inspectorías laborales son débiles.

"Es urgente diseñar estrategias efectivas para combatir este problema en el mundo actual. Se requiere contar tanto con la aplicación de las leyes como con formas de abordar las razones estructurales del trabajo forzoso, ya se trate de sistemas agrícolas anticuados o de mercados laborales que funcionan en forma deficiente", agregó Somavia.

El informe afirma que el trabajo forzoso puede ser abolido, pero advierte que para lograrlo será necesario que los gobiernos y las instituciones de los países cuenten con las políticas adecuadas, apliquen la ley con vigor y muestren un sólido compromiso con la erradicación de esta forma de tratar a los seres humanos.

También destaca la experiencia positiva alcanzada en algunos países donde, con respaldo de la OIT, se está abordando el problema mediante la adopción de legislación más estricta y de mecanismos para su aplicación, poniendo en práctica programas y políticas para atacar sus causas, y ayudando a las víctimas a reconstruir sus vidas.

"La OIT plantea la necesidad de una alianza mundial contra el trabajo forzoso que involucre a gobiernos, organizaciones de empleadores y empleados, agencias para el desarrollo e instituciones financieras internacionales comprometidas con la reducción de la pobreza, y a la sociedad civil, incluyendo instituciones académicas y de investigación. La voluntad política y el compromiso global nos permitirían alcanzar durante la próxima década la meta de relegar el trabajo forzoso a la historia", concluyó Somavia.

Redacción elempleo.com

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