¿Es conveniente poner mis bienes en sociedades? Consideraciones importantes

 

El Empleo Noticias
jueves, 20 de abril de 2023 0 p. m.

Angie Portela, abogada corporativa

Legal Manager Apriori

 

¿Debería poner mis bienes en sociedades?

 

Tradicionalmente, las sociedades mercantiles no fueron concebidas como vehículos para la organización del patrimonio; sin embargo, en nuestro país se han utilizado de esta forma las sociedades inactivas por razones de conveniencia, economía, celeridad y privacidad.

 

Entendemos por sociedades inactivas aquellas sociedades que no producen o generan alguna actividad económica, de manera que no tiene ingresos propios, por lo que la adquisición de los bienes muebles o inmuebles se realiza con los aportes de sus accionistas.

 

Dentro de los aspectos de conveniencia citados, tenemos, por ejemplo: el registrar vehículos en sociedades para aislar la responsabilidad. Asimismo, anteriormente se tenía el traspaso indirecto, esto es, por medio de la cesión del capital social, no se sujetaba al impuesto de traspaso.

 

Las personas inscriben su casa también por elementos de privacidad, manteniendo la información de quién es el propietario del bien fuera de las búsquedas de los sistemas públicos de registro.

 

¿Qué cambió?

 

De forma muy general, las sociedades inactivas –como acotamos anteriormente– no tienen dinero propio para adquirir los bienes, pagar las cuotas, servicios y otras obligaciones como tasas e impuestos, por lo que el dinero para la compra de los bienes proviene de su o sus accionistas.

 

Con la reforma tributaria que tuvo nuestro país, así como la entrada en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se ha obligado a realizar una serie de cambios dirigidos al control y pago de las obligaciones tributarias.

 

Con esto queremos decir que la Administración Tributaria busca que los traspasos indirectos cancelen los impuestos al traspaso y que, al declarar el patrimonio de las sociedades, se deje constancia de que los bienes fueron adquiridos con fondos que provienen de ingresos que fueron grabados y no de rentas o sumas ocultas.

 

Para esto, no solo ha buscado la recaudación por medio del impuesto a las sociedades, lo que no solo ha desalentado a las personas a mantener sociedades inactivas en el librero, sino que ha obligado a que se reporte de manera correcta y de manera ordinaria –al menos una vez al año– quiénes son los beneficiarios de las sociedades y el reporte del patrimonio de las sociedades, lo que, consecuentemente, obliga a revelar la fuente del aporte realizado por los socios.

 

De esta forma, tener y mantener una sociedad inactiva ahora podría sentirse más oneroso e implicar mayor cantidad de trámites y cuidados; sin embargo, estos ajustes valen la pena para algunas personas por razones particulares. 

 

Lo cierto es que es importante asesorarse con un profesional que pueda valorar sus razones y explicarle las obligaciones que tiene como socio de una sociedad inactiva, así como apoyarle con el cumplimiento a tiempo de los requerimientos, para evitarle multas y sanciones.

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