Los cambios en el sistema de compra del sector público permitieron una mayor afluencia de información hacia posibles oferentes y aumentó la participación en los procesos de adquisiciones públicas.
El desarrollo del sistema integrado de información que apoya la gestión administrativa y financiera (Sigaf) ?vigente con la ley de Administración Financiera del 2002? permitió agilizar los pasos de las compras con procedimientos automatizados, mientras los oferentes lograron mayor información a través del sistema electrónico de adquisiciones gubernamentales en la dirección de Comprared.
?Se ha dado una apertura a través del sistema. Antes se invitaban a tres empresas y solo ellas participaban, ahora participan 15 o 20. Esto da transparencia, y mejores precios?, comentó José Ramírez, proveedor del Ministerio de Gobernación.
La automatización de los procesos agilizó el pago de los productos, muralla para empresas que no podían esperar mucho.
?Antes se debía esperar seis meses para cancelar, ahora se requiere como un mes?, comentó Blanca Córdoba, proveedora del Ministerio de Agricultura.
A ello se debe agregar una tendencia a tramitar las adquisiciones mediante compras directas en lugar de licitaciones (en el 2003 fueron 3.469 frente a 407), luego de que la Contraloría ampliara el monto para tramitar bajo la primera modalidad.
Empero, el proceso todavía tiene trabas.
Luis Picado, encargado de licitaciones de Holcim, empresa que en el 2003 fue el principal proveedor del Gobierno central, comentó que hubo mejoras, pero paralelamente aumentaron algunos trámites.?Ahora nos piden una certificación, casi como una escritura?, indicó Picado.
En las oficinas de Proveeduría también se piensa en ajustes. Ramírez destacó que el incremento de participantes aumenta la carga para los analistas de las ofertas, y en ocasiones los ganadores no sostienen la oferta, lo que obliga a repetir los trámites. También aumentaron las apelaciones.
Mario Bermúdez Vives
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