Los entornos saludables nacen de políticas corporativas que buscan promover y proteger la salud, el bienestar y la seguridad de los trabajadores. Sin embargo, el fomento de una vida saludable en el trabajo va más allá de estrategias impartidas por la organización, también depende de la actitud y responsabilidad del colaborado por su bienestar.
“La compañía debe facilitar un puesto de trabajo higiénico y ergonómico, ofrecer las medidas de seguridad necesarias y formar a los colaboradores”, dijo Salvador A. López, experto en medicina del trabajo y jefe médico en el Grupo Albenture.
“La empresa también debe reconocer que son personas con problemas personales y familiares, que pueden ayudar a resolver. Los empleados sin preocupaciones están más satisfechos y eso se traduce en un entorno laboral más saludable”, agregó.
De igual manera, los trabajadores son responsables cuidar su salud, la higiene y limpieza de su puesto de trabajo; la priorización de sus objetivos, buscar un equilibrio entre lo laboral y lo personal, así como, mantener una buena comunicación. Además, López aconseja tres aspectos esenciales:
1. Físico: tener un puesto de trabajo higiénico y ergonómico, suministrar medidas de seguridad, ofrecer dietas saludables -si hay comedor-, promocionar hábitos saludables, como dejar el cigarrillo, mejorar la alimentación, hacer ejercicio diario y facilitar el acceso a información útil sobre el tema.
2. Mental: identificar las causas del estrés y procurar reducirlas, motivar a los colaboradores en sus objetivos y alinearlos con los de la empresa.
3. Social: ayudar a los colaboradores a disfrutar de su tiempo fuera de la oficina dando soluciones a problemas diarios, como apoyo legal, psicólogos, mensajeros para diligencias, entre otros.
Redacción elempleo
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