El mercado presiona por flexibilidad laboral

Una revolución estremece el mundo laboral. Los empleados pasan de la oficina a la casa, los tiempos laborales cambian.

En el país, ese camino hacia la flexibilidad laboral empieza a recorrerse no por la iniciativa del Gobierno o de la legislación, sino por el andar de las empresas.

Corporaciones como Wal-Mart, Intel y Hewlett Packard utilizan modalidades flexibles.

Wal-Mart, principal empleador privado del país, refirió que no está haciendo grandes cambios. ?Sin embargo, en algunos casos nos inclinamos hacia jornadas de trabajo para dar oportunidad a personas que requieren combinar su trabajo con otras obligaciones?, dijo Sergio Gallardo, gerente de recursos humanos.

Intel permite el trabajo desde la casa o una locación remota (telecommuting), el tiempo flexible (permiso para acomodar sus horas de trabajo) y el tiempo compensatorio (tiempo libre adicional, en reconocimiento por horas prolongadas de labor).

La justificación atiende a criterios personales, antes que competitivos. ?Buscamos estrategias para que el empleado se sienta satisfecho y logre un balance entre su vida y los objetivos del negocio?, indicó el Departamento de Asuntos Corporativos de Intel.

Hewlett Packard practica esquemas de empleados móviles, aprovechando su condición tecnológica. Alfredo Riveiro, su director de recursos humanos, considera que las leyes deben avanzar con los negocios.

?Las regulaciones actuales vienen de la época industrial, pero ahora estamos en la era del conocimiento. Hay una distancia grande entre las necesidades de la nueva era, pero no es algo particular de Costa Rica?, dijo Riveiro.

Otros son más diplomáticos y parecen más satisfechos con el modelo actual, a pesar de tener que entrar a una fuerte competencia. Tal es el caso de los bancos HSBC y Scotiabank.

?Actualmente estamos cómodos con lo que tenemos aquí y la dejaríamos como está?, dijo Sergio Ruiz, gerente de HSBC Costa Rica, mientras Robert Pitfield, vicepresidente de Banca Internacional de Scotiabank, aseguró que lidian con las regulaciones de cada país. ?No es algo que depende de nosotros?, dijo.

Aunque se dan casos flexibles en la práctica, se requiere regular la materia para evitar reclamos, advirtió Arturo Fournier, abogado laboralista.

?Yo no he tenido casos, pero escucho situaciones donde hay reclamos pero también otros donde la flexibilidad conviene a patronos y trabajadores?, dijo.

Duro de flexibilizar

El país se ha mostrado relativamente ajeno a la corriente de flexibilidad laboral. Apenas unas 30 empresas han empezado a experimentar con esquemas flexibles, según estimaciones de la Cámara de Industrias, y en el Ministerio de Trabajo no se tienen estudios ni diagnósticos de este tema.

En el campo legislativo, el movimiento fue menor. Solo un proyecto de ley se presentó para flexibilizar la jornada laboral, en el gobierno anterior, y languideció, huérfano de apoyo político.

Rescatado en la presente Asamblea por el Movimiento Libertario, el proyecto da muestras de vida. ?A diferencia del pasado, presenta más afinidad con varios partidos políticos.

Incluso se puede considerar como parte de la agenda complementaria al Cafta?, comentó José Salas, asesor de la Cámara de Industrias.

El proyecto reforma cinco artículos del Código de Trabajo para regular la jornada acumulativa, anualizada y nocturna.

Esto permite esquemas de cuatro días de trabajo a la semana, empresas con jornadas continuas (no de los trabajadores, que tendrían un límite de diez horas diurnas y de siete horas nocturnas, con una extraordinaria de 12 horas).

¿Tiene sentido la reforma si ya hay casos de flexibilidad? Arturo Fournier considera que es necesaria, ya que la flexibilidad plantea ajustes en las jornadas que eventualmente afectan los salarios, se varían las normas y podría dar paso a reclamos y sanciones para patronos.

El proyecto pasó de la comisión de Sociales a la de Derechos Humanos, y aunque el ministro de Trabajo, Francisco Morales, asegura que el tema le interesa, admite que no conoce la propuesta concreta.

El texto deberá esperar al otro año para empezar a barajarse, pero enfrenta otros obstáculos: la legislación laboral costarricense se vuelve cada vez más rígida.

En los últimos 20 años, el promedio de leyes vinculadas al mercado laboral fue de 1,8 al año, según datos del Departamento de Servicios Parlamentarios. Pero los últimos cinco, el promedio fue de 0,8 por ciento: menos de uno al año.

Quiere decir que la legislación laboral es cada vez menos tema en la Asamblea.

Más allá de la ley

Pero el tema de la flexibilidad va más allá de la voluntad política. Se trata de adaptarse a las nuevas realidades, de reaccionar al mercado laboral del mañana.

El paso de economías ?cerradas? a abiertas por la globalización hace que políticas de intervención estatal den paso a otras orientadas a mejorar la eficiencia económica, señaló Adolfo Ciudad, especialista en legislación laboral de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Costa Rica se encuentra en esta transición, luego de firmar tratados comerciales con México, Chile, Canadá y el Caribe, en pleno proceso de votación popular del tratado de libre comercio con Estados Unidos (Cafta) y con la mira en Europa y China.

Por si fuera poco, el país apostó por atraer inversión de alta tecnología desde la llegada de Intel, en 1998. Las empresas de este sector requieren de moverse rápido.

Pero la otra dimensión de la flexibilidad es su condición de premio: Erika Martínez, gerenta de país de Manpower, destacó que es una tendencia mundial que se acelera en Costa Rica.

?Se presenta como beneficios extra, no por legislación, sino como posibilidad de horarios flexibles, sobre todo en trabajo por objetivos y puestos de gerencia?, comentó Martínez.

El ayer del trabajo del mañana

En pocas palabras: se trata de un camino que muchos otros están recorriendo desde hace tiempo.

Según la firma Deloitte, los intentos de definir la flexibilidad laboral pasan por la búsqueda de diferentes esquemas en los países desarrollados en la década de los ochentas, en la búsqueda de esquemas que permitan equilibrar vida y trabajo.

Una definición de flexibilidad laboral apuntaría a acciones para que empresas y personas puedan responder con eficiencia a los cambios internos y externos.

Sin embargo, en América Latina el avance ha sido poco. Los estudios de Deloitte en Chile y Ecuador sugieren que las empresas que incorporan esquemas flexibles no superan el 20 por ciento.

Empero, el tema también genera fuertes polémicas. Ciudad destacó que la demanda de más flexibilidad debe propiciar un cambio en la institucionalidad, pero también se debe reforzar las posiciones de las personas más débiles.

?No es fácil definir el grado conveniente de flexibilidad ni cuál la institucionalidad que permite alcanzarlo?, destacó.

El tema deriva en debates intensos, entre las ventajas y críticas de esta corriente. Ciudad resaltó que la mayor parte de las modificaciones se ha centrado en las contrataciones.

En jornadas laborales la mayoría de los países procedió a reglamentar los turnos especiales. Hay pocos cambios en materia de salarios, y en derechos colectivos se tiende a plasmar más la autonomía colectiva, en detrimento de la intervención estatal.

Debate renace

Entretanto, el debate espera para encender motores en Costa Rica. A pesar de que las empresas se muestran distendidas, Salas comentó que el mercado muestra síntomas de que el país puede enfrentar problemas a corto plazo, por situaciones que van desde inversión pública desperdiciada, a presiones laborales con la construcción de la tercer esclusa del canal de Panamá.

Por ello, en la Cámara creen que aprobar el proyecto es un paso necesario. Pero el tema no da señales de ingresar a puestos claves en la comisión legislativa.

La presión del mercado no se puede ignorar fácilmente. La flexibilidad está avanzando, no tanto en las leyes, sino en las oficinas y fuera de ellas.

Mario Bermúdez Vives

contenido@elempleo.com

Opine en el debate: ¿Si tuviera que elegir entre un aumento de sueldo o un ascenso que preferiría?