Psicólogos, asistentes, secretarios, enfermeros, limpiadores, promotores, y la lista sigue. Cada vez, hay más puestos laborales ocupados tradicionalmente por mujeres, donde los hombres se abren lugar. Dicha tendencia es silenciosa en comparación con los reclamos que ha realizado la mujer, en las últimas décadas, para labora en tareas típicamente masculinas, sin prejuicios. Lo cierto es que los hombres se abren paso en puestos de trabajo, asociados a la mujer, debido a un cambio en las condiciones de reclutamiento de las firmas. La demanda de personal cada vez más capacitado, y las dificultades para retenerlo, explican que las exigencias sobre el sexo vayan quedando de lado.
"Por suerte cada vez hay menos clientes que te puedan justificar por qué tiene que ser un hombre o una mujer, sea el puesto que sea. Hoy, las empresas buscan a la mejor persona", explicó Federico Kuzel, gerente de Consultoría de Recursos Humanos en KPMG. Sin embargo, reconoció que las empresas miran automáticamente a las mujeres cuando requieren puestos de secretariado. En este caso, el prejuicio no es solo de los empleadores sino de la sociedad, en general, porque pocos los hombres se capacitan para cumplir con dicha tarea.
De todos modos, prevalecen las diferencias: los secretarios suelen desempeñarse en el ámbito político y gubernamental, Mientras las secretarias son mayoría en los puestos de las empresas privadas. Al respecto, Kuzel explicó que en cargos como el de asistente, donde la figura femenina no está tan impuesta, es más notoria la creciente participación de los hombres, a diferencia años atrás Otro rol donde comienza a ser frecuente encontrar hombres es la enfermería y la psicología.
"Que los hombres elijan estudiar carreras universitarias donde históricamente predominaron las mujeres demuestra que el camino de inclusión que empezó a recorrer el mercado laboral es de ida", dijo el experto. Agregó que los estudiantes eligen sus carreras con menos prejuicios, debido a que el mercado impone cada vez menos trabas por género, por lo cual la elección puede ser más libre.
PERSISTE BRECHA ¿Y los jefes?Los puestos de gerencia y jefaturas siguen en manos masculinas, un campo donde hay más resistencia en las empresas para ver el talento femenino en funciones de dirección. Además, en los países de América Latina persisten claras diferencias salariales entre varones y mujeres en una misma posición, incluso, cuando ellas alcanzan posiciones más altas.
Mariana Goday GDA/El País, Uruguay
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