Las decisiones de una jefatura para lanzar o modificar, es decir, para mejorar las metas del trabo deben partir de una comunicación eficaz en el grupo laboral.
Los canales de comunicación abiertos permitirán un mejor ambiente en la oficina y alcanzar los objetivos propuestos. "La comunicación en los puestos de trabajo es un proceso donde se transmiten premisas para la toma de decisiones", comentó Gustavo Amador, docente a cargo de Recursos Humanos de la Universidad Estatal a Distancia.
Amador indicó que la comunicación es la "piedra angular" de un negocio o empresa, "Tiene como finalidad controlar, coordinar y dar información en la toma de decisiones, y pretende ajustar la organización a los requerimientos y desafíos del entorno?, agregó el especialista.
Para que se dé una interacción efectiva, es esencial que el discurso de la empresa tenga total coherencia con sus acciones. Por lo tanto, una jefatura debe tener un discurso sin vacilaciones cuando comunica los objetivos y metas a su grupo de trabajo.
Además, deben existir canales que permitan la comunicación fluida en donde se hagan preguntas que se resuelvan con transparencia y en un tiempo oportuno de respuesta.
Actualmente, explicó Amador, las
organizaciones emplean la comunicación para mejorar sus imágenes corporativas y de responsabilidad social "En ambos casos es muy importante que el empleado se involucre totalmente para garantizar el éxito de estas estrategias", aconsejó el especialista a quienes llevan adelante estos proyectos.
Según Amador, la información emitida dentro de una organización debe ser:
? Pertinente con respecto a la realidad y a los objetivos que se pretenden alcanzar".
? Apropiada en cuanto a la selección de medios soportes, destinatarios y de los flujos de realimentación.
El empleado es el principal actor de la comunicación; debe reflejar la información y la calidad de los datos que maneja la empresa desde los puestos de trabajo. Para ello, se requieren tres condiciones básicas:
I. Dominio de los temas sobre los cuales informará a sus clientes Internos; Jefes, compañeros de la oficina y externos; proveedores, consumidores, etcétera.
2. Conocimiento de los empleados y de sus puestos de trabajo. Se debe establecer coherencia entre el discurso y las acciones que plantea la empresa o negocio. Además de habilitar canales para la formación de preguntas.
3. Motivación para la realización de las actividades.
FUENTE: Gustavo Amador, experto en recursos humanos.
Marcela Cantero La Nación 09-10-11
Redacción elempleo.com
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