La política conocida como "traiga dispositivo propio" (BYOD, por sus siglas en inglés), que implementa muchas empresas en Estados Unidos.
Esta práctica permite a los trabajadores llevar a sus oficinas sus computadoras y teléfonos celulares y usarlos para laborar.
En un inicio, la propuesta parece extraña, ¿por qué razón un trabajador iba a querer utilizar sus dispositivos para beneficio de la empresa? Esta pregunta tiene dos respuestas detalladas con razones generales y específicas que analizaremos en este artículo.
Razones. Si el trabajador utiliza el equipo que le provee la empresa, sus posibilidades serán limitadas a la labor que ejecuta, y los equipos son de serie, es decir, de una misma marca color, entre otros.
También, los equipos de la firma tienen una vida útil más amplia que la dada por un usuario particular a sus gadgets.
A través de la política BYOD, el colaborador puede utilizar el equipo que se ajusta a las características deseadas en su trabajo. Otra ventaja es que se tiene acceso a licencias de programas que, normalmente, representarían un alto costo para el interesado, como paquetes de oficina, antivirus y diseño, entre otros.
Además, se tiene acceso a soporte técnico para su equipo, en muchos casos, más allá de la garantía de su computadora o teléfono.
Dependiendo de la firma, las empresas pagan un alquiler mensual por el uso de los dispositivos personales, esto permite un retorno de la inversión que se realizó y, en muchos casos, cubre el desgaste que los equipos tendrían al ser utilizados en la oficina.
Dependiendo de la empresa, también existen programas que le permiten al trabajador actualizar sus equipos periódicamente.
Para la empresa. Desde el punto de vista de la compañía, la política implica un ahorro en inversión en equipo y una disminución del riesgo que, muchas veces, representa utilizar un mismo tipo de tecnología dado que, ante una amenaza de seguridad, "todos los huevos están en un mismo canasto".
También existe beneficios en la atracción de talento: una empresa con esta práctica luce más flexible y abierta para los jóvenes.
Independientemente de los beneficios, la empresa y el trabajador deben tomar medidas para asegurar la protección de sus intereses.
El trabajador debería tener una partición (espacio de almacenamiento) personal para que el contenido propio no sea tratado igual que la información de la empresa.
También deben contemplarse responsabilidades en caso de daño o pérdida de los equipos.
La firma, además, deberá procurar un control sobre la información que le pertenece.
De hecho, muchas establecen el borrado remoto como una alternativa ante un robo o pérdida del equipo del trabajador, a fin de asegurarse la integridad de la información confidencial.
Asimismo, se sugiere establecer un acuerdo que fije alcances y obligaciones para ambas partes ante dudas como ¿a quién pertenece el número de teléfono o la información relacionada con los contactos?, en este tipo de acuerdos.
Por último, dado que nuestra legislación es omisa sobre el tema, se debe implementar una política general para delimitar el eventual riesgo que esta novedosa práctica podría representar, sino se regula adecuadamente.
Alejandro Trejos G., socio, BDS Asesores
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