Empresas del siglo XXI: un modelo de valor

 

El Empleo Noticias
lunes, 11 de diciembre de 2017, 8 a. m.

Existe una serie de nuevos esquemas de gestión que reconocen el valor del conocimiento. Conózcalos y póngalos en práctica.

Mundo empresarial / 1 de noviembre de 2006

Escrito por: David Wais, Director Emprendimientos.

Nuestro entorno competitivo demanda cambios. Han surgido una serie de modelos de gestión que reconocen el valor del conocimiento y que pretenden promoverlo, estructurarlo y hacerlo operativo y válido para las organizaciones.

El capital intelectual, la gestión del conocimiento, el aprendizaje permanente, el liderazgo facilitador, el empowerment, son algunos de estos modelos.

Estos enfoques pasan por profundizar la importancia de la información y el conocimiento, facilitar el aprendizaje en las organizaciones y valorar la aportación de las personas.

Cualquiera de los enfoques nos conduce al mismo lugar: la persona y su modelo mental. Tradicionalmente el eslabón competitivo más débil del directivo siempre ha sido la gestión del rendimiento y motivación de sus colaboradores.

La buena preparación técnica contrasta con la falta de competencias en las relaciones personales. Las organizaciones que apuestan por el desarrollo del capital intelectual, encuentran en el coaching un modelo de valor, para llegar hasta la persona.

Se trata de un modelo cuyo fin es desarrollar el potencial de las personas, se centra en las posibilidades del futuro, no en los errores del pasado ni en el rendimiento actual. El entrenado no aprende del coach, sino de sí mismo estimulado por el coach.

La esencia del coaching pasa por enriquecer el modelo mental del entrenado. La secuencia podría ser:

1. Descripción de la situación deseada (objetivo)

2. Descripción de la situación actual (área de mejora o dificultad)

3. Mapa de opciones y recursos (generación y selección)

4. Plan de acción (plan específico de actuación)

5. Resultados (control y seguimiento)

En las fases primera y segunda, el objetivo del coach es incrementar el nivel de conciencia (sensorial y emocional) del entrenado.

En la fase tercera el objetivo es implicarlo en generar alternativas y crear su plan de acción. Finalmente solo queda establecer cómo y cuándo vamos a evaluar los resultados.

Si tiene comentarios para el autor escriba a: contenido@elempleo.com

Opine en el debate: ¿Su mejor jefe sido un hombre o una mujer?

Noticias Relacionadas