Encontrar las condiciones más favorables de empleo para atraer y retener talentos, y evitar así la salida de quienes aspiran a mejores condiciones de vida y trabajo, es uno de los principales desafíos que enfrentan los países de Latinoamérica en la actualidad.
De acuerdo con Alicia Del Río, gerente de Manpower, empresa costarricense especialista en Recursos Humanos, cuando estas prioridades no pueden ser completamente atendidas se convierten en problemas familiares que generan estrés, preocupación, impotencia, frustración y también enojo.
Dichas emociones de los trabajadores inciden en baja en la autoestima; además, una actitud intolerante e inseguridad personal. ?En el terreno laboral estos factores se traducen en falta de concentración, distracción, mal humor y falta de compromiso.
Las consecuencias de estos comportamientos se reflejan finalmente en un mal servicio a clientes internos y externos, baja calidad del trabajo realizado, utilización de más tiempo del que requieren las tareas y mala relación con jefesy compañeros, entre otros?, dijo Del Río.
Además, estas situaciones que rompen el equilibrio entre familia y trabajo se convierten en un círculo vicioso en el cual la inestabilidad familiar afecta el desempeño laboral y la insatisfacción en el trabajo incide de manera negativa en la vida familiar.
Del Río aseveró que los empleadores deberían cuestionar sistemáticamente qué es lo que motiva a las personas para trabajar, así como incentivos, condiciones y beneficios adecuados a las necesidades .
El equilibrio es una proporción de igualdad, de distribución justa y adecuada de elementos, por ello las organizaciones deberán ofrecer retribuciones económicamente atractivas y micro ambientes físicos adecuados a la cultura local, que fomenten la productividad orientada a resultados, eficiencia, creatividad e innovación en un marco ético, de compromiso y de sentido de pertenencia.
Ximena Alfaro M.
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