En el año de 1994, siendo ministro de Trabajo Farid Ayales Esna en la Administración Figueres Olsen, se logra crear un beneficio para la clase trabajadora que es denominado salario escolar.
Su objetivo fue incrementarle el poder de compra a los salarios, para hacerle frente a la entrada de clases de principio de año.
Sector privado como un ahorro de un 2 por ciento del reajuste que se decretó en el segundo semestre de ese año y con modalidad de pago diferido en el mes de enero del año 1995.
Tratándose del sector público, mediante decreto ejecutivo N. 23907-H de 21 de diciembre del año 1994, se crea como un ajuste adicional o sobresueldo, al aumento de salarios por costo de vida, otorgado a los servidores públicos, a partir de julio del 1994; correspondiendo a un porcentaje (8,19 por ciento ingreso bruto) del salario nominal.
Más de una década después de su creación, la realidad demostró que en el sector privado ?pues en el sector público todavía se recibe y en algunos casos como resabio en el privado- no se estaba preparado para seguir con dicho pago.
Pues sucedía que en muchos casos el patrono no sabía adónde y cómo resguardar la suma que debía entregar en el mes de enero y en el peor de los casos no hacía la entrega al trabajador.
Es así, como en el decreto de salarios mínimos vigente en el primer semestre del año 1999, no se incluyó más el salario escolar, por lo que de ahí en adelante ese 2 por ciento se entregó a los trabajadores en sus salarios mensuales.
A pesar de ello, se siente la necesidad ?hoy en día- de regular mediante ley (no por decretos y resoluciones gubernamentales) dicho beneficio para todos los sectores laborales con independencia de lo público o privado; tasándose el mismo no como un ahorro; sino como un ajuste adicional o sobresueldo para ser pagado en forma acumulativa todos los eneros.
Erick Briones
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